Menú del día

Mi mujer estaba preparando una práctica de clase que consiste en que sus alumnos hagan un menú del día en español y que lo expongan. Han de poner nombre al restaurante y hacer una presentación chula (mejor y con menos faltas que la de la foto de más abajo 🙂 ). Para ayudarles con el vocabulario les dimos ocho platos a cada uno, con sus correspondientes ingredientes, en cada sección del menú, para que pongan en su idílico restaurante por lo menos tres primeros y tres segundos. Fue divertido recordar los típicos platos que aparecen en los menús españoles. La ensaladilla, el gazpacho, la sopa castellana, la tortilla de patata, la paella, el pan. Cosas que estando lejos de casa se echan de menos de verdad, sobre todo aquel plato tan rico que nos preparaban nuestras madres.

Ese mismo día por casualidad leí en el periódico en Internet que se había hecho un estudio de los menús del día en veinte restaurantes de Madrid y solo cuatro tenían una carta equilibrada dietéticamente, y es verdad que se abusa de platos grasos y de postres suculentos. ¿Quién cojones se pilla la manzana de postre habiendo un flan, unas natillas o una tartaza de chocolate? Como no estés a dieta te tiras a por lo abundante, ya que pagas y estas fuera de casa. Cuando trabajé en Alcobendas iba todos los días a comer a un bar de menú, de esos que van todos los obreros, con el jaleo y el barullo, los camareros gritando, el telediario a toda pastilla, las copas de coñac y el vino con casera bien grandote para acompañar tu comida, estaba riquísimo, pero ese verano engordé 8 kilos con el menú del día.

Aunque aquí en nuestra zona puedes encontrar casi de todo lo esencial para prepararte unas buenas comidas, se echa en falta el pescado fresco, el embutido, nos tenemos que conformar con peperoni, y el pan, lo del pan me tiene loco. No hay nada que se parezca ni por asomo al rico pan que sabemos hacer en Europa. Ese pan de pueblo de hogaza, rico, rico, me trastorno solo de recordarlo.

Aquí todo es pan de molde, de hamburguesa o de perrito. Como si a los americanos morder algo duro les causara demasiado esfuerzo para sus mandíbulas relajadas, porque los bocadillos del Subway son con un pan blanducho y así en todos lados. Ante la falta de pan intenté hacerlo yo mismo, pero no tuve la suficiente paciencia para dejar reposar la masa y me salió pelín mazacote y también me pasé con la sal, además dejé toda la cocina llena de harina y pegotes. Así que por el momento no lo intento más, eso si es lo más parecido a pan de España que hemos probado aquí, nos supo a gloria.

He visto uno en el Wal-Mart que puede que de el pego, se trata de un pan italiano precocinado que solo hay que terminar de hornear, esta tarde lo compro y hago la prueba, puede que me engañe el paladar